A lo largo de unos 40 años de media, mensualmente, las mujeres tenemos la regla, menstruamos.
¿Resulta no ser suficiente tiempo en la vida de una persona como para que se haya aprendido que es mejor no hablar sobre ello y mantenerlo en “secreto” en nuestras vidas?
La regla ha sido siempre un “tabú”. No queda bien hablar sobre ello, incluso cuando somos pequeñas hablar de la regla suele dar vergüenza o asco. Posiblemente la regla sea un tabú porque quien menstrua es el cuerpo de la mujer y ésta no domina ni ordena el mundo.
Las mujeres representamos la mitad de la humanidad y no estamos representadas en ningún espacio político. social o cultural de la misma forma que lo son los hombres. A lo largo de la historia se han ignorado nuestras aportaciones y conocimientos.
A lo largo de la historia y hasta la actualidad, medicina como ciencia siempre se han centrado más en el hombre que en la mujer, olvidándose también de los roles de género en la salud. Las mujeres hemos sido infrarrepresentadas en todos los estudios y ensayos médicos.
Nuestra sociedad sufre de una medicina androcéntrica que ha investigado las manifestaciones en hombre y ha extrapolado los resultados en las mujeres. Durante décadas ha habido un sesgo de género en la investigación médica, ya que las mujeres, por los cambios hormonales y por cuestiones de seguridad, no estaban incluidas en los ensayos clínicos. Cuando se ha hecho, los resultados se han aplicado tanto en hombres como mujeres, aunque la participación de las mujeres fuera menor.
La endometriosis es un ejemplo. ¿Por qué no se ha estudiado más hasta el momento? La respuesta es sencilla; porque solo afecta a las mujeres..